22 AÑOS DE SU MUERTE
(5/OCTUBRE/1931 - 13/MAYO/1987)
Ismael Rivera, apodado "El Sonero Mayor", nació el 5 de octubre de 1931 en el antiguo San Mateo de Cangrejos, Santurce, Puerto Rico. Fue el primer hijo del matrimonio compuesto por Margarita Rivera García, ama de casa, y Luis Rivera Esquilín, carpintero ebanista. A Ismael le siguieron cuatro hermanos: Diego, Laura, Ivelisse y Tommy. De niño se distinguió por un apasionado interés en la música y se las pasaba improvisando con latas y palitos. A temprana edad debió abandonar sus estudios para buscarse unos pesitos como limpiabotas y así contribuir con el sostén del hogar. A los 16 años se inició como albañil, aunque se las pasaba cantando y tocando en los rumbones que se formaban en
La primera vez que se juntaron para tocar Ismael y Cortijo fue en 1948, en el Conjunto Monterrey, dirigido por Monchito Muley, Maelo como conguero y Cortijo como bongosero. Pese a su interés en cantar, nunca le dieron la oportunidad. Un día, mientras Cortijo tocaba en
En 1952 debió dejarlo todo para formar parte del ejército de Estados Unidos, pero fue licenciado por su deficiencia en inglés. A su regreso a
En 1954 se integra al grupo de Rafael Cortijo, con quien grabaría 17 discos. Con el Combo de Cortijo pegó un sinnúmero de éxitos, entre ellos "El bombón de Elena", de don Rafael Cepeda, así como "El negro bembón", "Juan José", "Besitos de coco", "Palo que tú me das", "Quítate de la vía Perico", "Oriza", "El chivo de la campana", "Maquinolandera", "El yoyo", "María Teresa" y "Yo soy del campo", entre otros. Fue la orquesta fija de la popular "
A finales de los 50, la bomba y plena logran introducirse en los más reclamados salones de baile, gracias al combo de Cortijo y su cantante Ismael. Tal fue el asombro ante el fenómeno musical creado por Ismael y Cortijo, atraído por la finura de sus nítidas improvisaciones y excepcional clave, que el Bárbaro del Ritmo, Benny Moré, lo bautizó como El Sonero Mayor, nombre que le seguiría durante su gloriosa carrera musical. Esta gran acogida de Cortijo y su Combo se debió a que expresaban el sentimiento de su gente y revertían con optimismo los problemas de su pueblo, celebrando el presente y saludando jubilosos el futuro y la esperanza. En Nueva York, la colonia latinoamericana escuchaba y bailaba su música porque les recordaba quiénes eran, mientras a los boricuas residentes en la urbe los hacía sentirse de regreso a su patria. Durante esos años la banda alternó con las grandes orquestas que deleitaban a los bailadores en el famoso Palladium Ball Room, entre éstas la de Tito Rodríguez, Tito Puente y Pérez Prado.
En 1959 Ismael participó junto al Cortijo y su Combo en la película "Calipso", una producción italo-francesa dirigida por Franco Rossi, con Harry Belafonte de protagonista, cinta que conmovió al público latinoamericano, particularmente a los colombianos.
Tras un problema con la justicia, Maelo es separado de la sociedad y enviado a cumplir sentencia en el programa carcelario de rehabilitación en Lexington, Kentucky, donde permaneció confinado cerca de cuatro años. Un compatriota suyo, Bobby Capó, sintió como propio el encierro de Ismael, y le compuso un número que llegaría a convertirse en himno de los reclusos: "Las Tumbas".
Al salir de la cárcel, mientras su compadre Cortijo reintegra a varios de sus músicos en su "Bonche", Maelo adelantó música con el percusionista Kako, Tito Puente y su propia orquesta, Los Cachimbos, para tocar lo que realmente quería, lo que le gustaba. Desde la gran manzana, Maelo y los Cachimbos impactaron el panorama musical con sus grabaciones "La controversia" y "La soledad", y posteriormente "Mi negrita me espera" y "Dime por qué", dos clásicos de la salsa. Curiosamente, los salones de salsa en Medellín cierran con "Mi negrita me espera", todos la cantan a coro sin bailarla. Otros éxitos con Los Cachimbos fueron "San Miguel Arcángel", "La gata montesa", "La manía de tu mujer", "Maña, Maña" y el bolero de serenata "Hasta Mañana".
Con Kako y su trabuco grabó "Lo último en la avenida". También grabó con
El enorme éxito de Ismael como cantante y sonero, le opacó su habilidad como compositor. De él son los temas "Besito de coco", "Aquí estoy, ya yo llegué", "Arrecotín arrecotán", "El que no sufre no vive" y "La cumbita", entre otros.
En agosto de 1974 hubo un histórico reencuentro en el Coliseo Roberto Clemente, entre Cortijo e Ismael y los ex integrantes de su banda, dirigidos entonces por Rafael Ithier bajo el nombre de El Gran Combo; un acontecimiento musical que dejó éxitos como "Ellos se juntan", de Kito Vélez y Sammy Ayala; una nueva versión de "Perico", de Juan Hernández; "Perfume de rosa", de Rafael Ortiz; "El negro bembón", de Bobby Capó; y "Maquinolandera", de Margarita Rivera, Doña Margó.
La muerte de su compadre Rafael Cortijo lo afectó sobremanera, al extremo de perder la voz, pese a que atesoraba la esperanza de recuperarla para cantar en un magno homenaje que le preparaban sus familiares y amigos en el Coliseo Roberto Clemente, con una fanfarria de vientos y poderosos ritmos. Pocos días antes, pasadas las cinco de la tarde, Maelo se encontraba en su casa acompañado de Doña Margot, cuando de repente le sobrevino un infarto cardíaco. En ese instante abrió los ojos, abrazó a su madre, le apretó las manos y poco después falleció, dando la clave para iniciar un 'entierro a la moda'.
http://www.salsaclasica.com/ismaelrivera/bio.asp
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